Es un sitio perfecto para reencontrarte contigo mismo y con Dios. Para muchos maestros teresianos ha sido el lugar donde os hemos ilusionado con nuestro trabajo y en el que hemos sentido la grandeza de la Santa y su legado.

Esta casa de oración es un lugar privilegiado para escuchar al Señor. Aquí, junto al pozo, Jesús me encontró y juntos fuimos leyendo el paso de Dios por mi vida. La diversidad de lugares para rezar, y la belleza sencilla y simbólica de los oratorios ayudan a conectar con lo más profundo de mí. Por eso, es mi Beatania y de vez en cuando vuelvo al pozo y me siento a escucha. Un regalazo.

La acogida y el trato es muy cercano para facilitar que todas las actividades tengan todo lo necesario para llevarse a cabo. Las personas que nos alojamos aquí, nos sentimos en casa.

Siempre me he sentido acogida y querida por las hermanas

Es un lugar donde se respira paz. Se está muy bien en esta casa.

Siempre que voy a esta casa encuentro el silencio y la paz que me ayudan a reconocer con la VIDA.